Destacados de la Investigación:

• Se observó que los adolescentes que dormían menos de 7.7 horas en un laboratorio de sueño tenían casi tres veces más probabilidades de tener presión arterial elevada que sus compañeros que dormían bien.
• Quienes informaron tener insomnio y dormían menos de 7.7 horas en un laboratorio de sueño tenían cinco veces más probabilidades de tener hipertensión en etapa 2 en comparación con sus compañeros que dormían bien.
• El estudio no encontró un vínculo notable entre la presión arterial elevada o el riesgo de hipertensión en etapa 2 entre los adolescentes que informaron insomnio pero dormían 7.7 horas o más.
• Nota: El estudio presentado en este comunicado de prensa es un resumen de investigación.Los resúmenes presentados en las reuniones científicas de la Asociación Americana del Corazón no son revisados por pares, y los hallazgos se consideran preliminares hasta que se publiquen como manuscritos completos en una revista científica revisada por pares.

Embargado hasta las 3 p.m. CT / 4 p.m. ET, jueves 6 de marzo de 2025

(NewMediaWire) - 6 de marzo de 2025 - NUEVA ORLEANS — Los adolescentes que no obtienen la cantidad recomendada de sueño pueden estar en mayor riesgo de presión arterial alta, según una investigación preliminar presentada en las Sesiones Científicas 2025 de Epidemiología, Prevención, Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica de la Asociación Americana del Corazón. La reunión se llevará a cabo en Nueva Orleans, del 6 al 9 de marzo de 2025, y contará con la última ciencia sobre salud y bienestar poblacional y las implicaciones para el estilo de vida.

El sueño deficiente es un conocido factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, que reclaman más vidas cada año en EE. UU. que todas las formas de cáncer y enfermedad respiratoria crónica combinadas, según la Actualización Estadística 2025 de la Asociación Americana del Corazón. Los adolescentes necesitan de 8 a 10 horas de sueño cada noche, según la Academia Americana de Medicina del Sueño, sin embargo, se estima que el estudiante de secundaria promedio duerme solo 6.5 horas por noche entre semana.

Los investigadores estudiaron un grupo diverso de más de 400 adolescentes de la Cohorte Infantil de Penn State. Los participantes en el estudio informaron sobre el insomnio en un cuestionario antes de inscribirse en el estudio de sueño basado en laboratorio. En el estudio de sueño nocturno de nueve horas, llamado polisomnografía, se colocaron sensores en la cabeza, cara y cuerpo de cada participante para medir su duración del sueño de manera objetiva. El estudio también incluyó tres mediciones consecutivas de presión arterial tomadas la noche del estudio de sueño, aproximadamente dos a tres horas antes de que se apagaran las luces en el laboratorio.

“Sabemos que el sueño perturbado y insuficiente está asociado con la presión arterial alta en adultos, particularmente en adultos que informan tener insomnio y que duermen objetivamente menos de seis horas, pero aún no sabemos si estas asociaciones existen en los adolescentes”, dijo el autor principal del estudio, Julio Fernandez-Mendoza, Ph.D., profesor de psiquiatría, neurociencia y ciencias de la salud pública y director de medicina del sueño conductual en la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Pensilvania en Hershey, Pensilvania.

Los investigadores definieron insomnio como informar dificultad para conciliar y/o permanecer dormido y definieron la duración corta del sueño objetiva como menos de 7.7 horas, basado en el tiempo total medio dormido en el estudio de sueño basado en laboratorio. Se consideró que los adolescentes en el estudio tenían presión arterial elevada si tenían una medición sistólica, o el número superior, de 120 mm Hg o más y una medición diastólica, o el número inferior, de 80 mm Hg o menos. Se consideraron que tenían hipertensión en etapa 2 si tenían una medición promedio de presión arterial sistólica de 140 mm Hg o más y/o una medida diastólica promedio de 90 mm Hg o más, lo cual se alinea con la Guía para la Prevención, Detección, Evaluación y Manejo de la Hipertensión en Adultos de la Asociación de 2017.

Los investigadores encontraron:

• Los adolescentes que informaron insomnio y durmieron menos de 7.7 horas en el laboratorio tenían cinco veces más probabilidades de tener hipertensión clínica que los “buenos durmientes“ (participantes que no informaron insomnio y obtuvieron suficiente sueño en el laboratorio, definido como 7.7 horas o más).
• Los adolescentes que durmieron menos de 7.7 horas en el laboratorio pero no informaron insomnio tenían casi tres veces más riesgo de presión arterial elevada en comparación con los buenos durmientes.
• Los adolescentes que informaron insomnio pero obtuvieron suficiente sueño en el laboratorio no parecían estar en mayor riesgo de presión arterial elevada o hipertensión en etapa 2.

Estos hallazgos sugieren que la combinación de insomnio y horas insuficientes de sueño probablemente contribuye a condiciones más severas que la falta de sueño sola, señalaron los investigadores.

“Si bien necesitamos explorar esta asociación en estudios más amplios sobre adolescentes, es seguro decir que la salud del sueño importa para la salud del corazón, y no debemos esperar hasta la adultez para abordarla”, dijo Fernandez-Mendoza. “No todos los adolescentes que se quejan de síntomas de insomnio están en riesgo de problemas cardiovasculares, sin embargo, monitorear su duración de sueño objetivamente puede ayudarnos a identificar a aquellos que tienen una forma más severa de insomnio y están en riesgo de problemas cardíacos.”

Mejorar la salud del sueño es algo que todos pueden hacer para mejorar su salud cardiovascular y es un componente clave de los 8 Esenciales de la Vida de la Asociación. Los componentes clave de los 8 Esenciales de la Vida incluyen comer alimentos saludables, ser físicamente activos, no fumar, dormir lo suficiente, mantener un peso saludable y controlar los niveles de colesterol, azúcar en sangre y presión arterial.

“Nuestros hallazgos son importantes porque llaman la atención sobre la necesidad de escuchar a los adolescentes que se quejan de sueño perturbado, monitorear y evaluar su sueño de manera objetiva y ayudarles a mejorarlo con el fin de prevenir problemas cardíacos temprano”, dijo el primer autor del estudio, Axel Robinson, un joven de 17 años que cursa el último año en la Escuela Secundaria Pelham Memorial en Pelham, Nueva York.

Robinson, cuya escuela secundaria ofrece un programa de investigación científica de cuatro años, leyó uno de los artículos científicos de Fernandez-Mendoza cuando estaba en noveno grado y se puso en contacto con él, pidiéndole que se convirtiera en su mentor de investigación. “Siempre he estado personalmente interesado en el insomnio, por lo que realicé dos pasantías con el Dr. Fernandez-Mendoza con el objetivo de aprender más sobre el trastorno. El insomnio me molestó toda mi vida y pude superarlo gracias a lo que aprendí y a un terapeuta que él recomendó,” dijo.

Detalles, antecedentes y diseño del estudio:

• El grupo de estudio incluyó a 421 participantes (54% chicos y 46% chicas, edad promedio de 16.5 años) de tres distritos escolares en el área metropolitana de Harrisburg, Pensilvania. El 77% de los participantes se identificaron como blancos; el 13% se identificaron como negros; el 7% se identificaron como hispanos; y el 3% seleccionaron “Otro.”
• El estudio de sueño nocturno y las mediciones de presión arterial se llevaron a cabo entre 2010 y 2013, y los análisis de datos se realizaron entre 2023 y 2024.
• Del total de participantes, el 35% informaron tener dificultad para conciliar y/o permanecer dormidos (síntomas de insomnio) y el 50% durmieron menos de 7.7 horas en el laboratorio (duración corta del sueño objetiva).
• Los datos fueron recopilados entre 2010 y 2013 a través de cuestionarios autoinformados, una polisomnografía (un estudio de sueño realizado en un laboratorio) y mediciones de presión arterial sentadas tomadas en el laboratorio la misma noche de los estudios de sueño.
• La Cohorte Infantil de Penn State está en curso y recopilando datos de los mismos participantes, ahora de 20 a 33 años de edad.

Las limitaciones del estudio incluyen que se realizó en un laboratorio de sueño, por lo que los participantes podrían no haber dormido tan bien como si estuvieran en casa. Además, dado que toda la recopilación de datos se llevó a cabo entre 2010 y 2013, “es incierto si puede haber aumentos post-COVID en insomnio, depresión y ansiedad en adolescentes que podrían impactar los resultados de otros estudios si se replican ahora”, señaló Fernandez-Mendoza.

“Este estudio agrega a la limitada base de conocimiento sobre la relación entre el sueño deficiente y el riesgo de hipertensión durante una etapa crucial de desarrollo de la vida”, dijo Brooke Aggarwal, Ed.D., M.S., FAHA, profesora asistente de ciencias médicas en la división de cardiología del departamento de medicina del Centro Médico de la Universidad de Columbia y miembro del Comité de Ciencias de Salud del Sueño de Estilo de Vida de la Asociación.

“La prevención de enfermedades cardíacas es clave y comienza con la adopción de un estilo de vida saludable en la infancia y la adolescencia, incluido el sueño óptimo. Establecer patrones de sueño saludables durante los años de adolescencia podría trasladarse a la adultez. De manera similar, los problemas de sueño que ocurren durante los años adolescentes tienden a persistir a lo largo del tiempo y podrían predisponer a las personas a un mayor riesgo cardiovascular más adelante en la vida,” dijo Aggarwal, quien no estuvo involucrada en el estudio.

“Aparte del tratamiento para cualquier trastorno del sueño clínico, los adolescentes también pueden practicar una buena higiene del sueño, que incluye crear rutinas relajantes antes de dormir, limitar el uso de electrónicos en las horas anteriores a acostarse, evitar comidas pesadas antes de dormir, restringir la cafeína y participar en actividad física diaria.”

Este año, el horario de verano comienza el domingo 9 de marzo. El horario de verano es la práctica de adelantar la hora en un hora respecto al horario estándar para lograr una mayor luz diurna por la tarde durante los meses de verano. Seguir una buena higiene del sueño, así como obtener la mayor cantidad de luz natural posible cada día y relajarse más temprano por la noche, puede ayudar a anticipar el cambio de hora.

“Muchas personas, incluidos los adolescentes, tienen dificultades para ajustarse y su sueño se ve afectado. Antes de que todos avancemos, animaría a los padres y a los adolescentes a hablar sobre la importancia del sueño y hacer un plan para ajustar los horarios para asegurar que todos obtengan el sueño adecuado,” dijo Aggarwal.

Presentación de Póster Moderado MP13 en la Sesión MP02 Comportamiento del Sueño y Trastornos del Sueño es el jueves 6 de marzo de 2025 a las 5:00 p.m. CT.

Los coautores, sus divulgaciones y fuentes de financiamiento se enumeran en el resumen.

Las declaraciones y conclusiones de los estudios que se presentan en las reuniones científicas de la Asociación Americana del Corazón son únicamente de los autores del estudio y no reflejan necesariamente la política o posición de la Asociación. La Asociación no hace ninguna representación ni garantía sobre su precisión o fiabilidad. Los resúmenes presentados en las reuniones científicas de la Asociación no son revisados por pares, sino que son curados por paneles de revisión independientes y se consideran en función del potencial para agregar a la diversidad de temas y puntos de vista científicos discutidos en la reunión. Los hallazgos se consideran preliminares hasta que se publiquen como un manuscrito completo en una revista científica revisada por pares.

La Asociación recibe financiación principalmente de individuos; fundaciones y corporaciones (incluidas farmacéuticas, fabricantes de dispositivos y otras empresas) también hacen donaciones y financian programas y eventos específicos de la Asociación. La Asociación tiene políticas estrictas para prevenir que estas relaciones influyan en el contenido científico. Los ingresos provenientes de empresas farmacéuticas y biotecnológicas, fabricantes de dispositivos y proveedores de seguros de salud y la información financiera general de la Asociación se encuentran aquí.

Recursos Adicionales:

• Multimedia está disponible en la columna derecha del enlace de la noticia.
• Después del 6 de marzo de 2025, consulte el resumen MP13 en el sitio de ePoster para las Sesiones Científicas de Epidemiología, Prevención, Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica 2025.
• Comunicado de prensa de AHA: Una buena noche de sueño puede facilitar cumplir con los objetivos de ejercicio y dieta, según un estudio (marzo 2023)
• Comunicado de prensa de AHA: La Asociación Americana del Corazón añade el sueño a su lista de verificación de salud cardiovascular (junio 2022)
• Recursos de AHA: Cómo el Sueño Afecta Tu Salud
• Recursos de AHA: Cómo Dormir Mejor con una Rutina de Sueño
• Recursos de AHA: 8 Esenciales de la Vida - Cómo Obtener Sueño Saludable Hoja Informativa
• Para más noticias de las Sesiones Científicas de Estilo de Vida de AHA EPI 2025, síguenos en X @HeartNews, #EPILifestyle25.

Las Sesiones Científicas EPI | Estilo de Vida de la Asociación Americana del Corazón 2025 son la reunión más importante del mundo dedicada a los últimos avances en la ciencia poblacional. La reunión es de jueves a domingo, del 6 al 9 de marzo de 2025, en el Hyatt Regency de Nueva Orleans. El objetivo principal de la reunión es promover el desarrollo y la aplicación de la ciencia de traducción y poblacional para prevenir enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares y fomentar la salud cardiovascular. Las sesiones se centran en factores de riesgo, obesidad, nutrición, actividad física, genética, metabolismo, biomarcadores, enfermedad subclínica, enfermedad clínica, poblaciones saludables, salud global y ensayos clínicos orientados a la prevención. Los Consejos de Epidemiología y Prevención y de Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica (Estilo de Vida) planearon conjuntamente las Sesiones Científicas EPI | Estilo de Vida 2025. Sigue la conferencia en X con #EPILifestyle25.

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