Una nueva encuesta nacional encargada por Asbestos Claims.Law revela que el asbesto, considerado durante mucho tiempo un riesgo del pasado, se está convirtiendo silenciosamente en un riesgo moderno en el sector inmobiliario. Más de un tercio de los compradores potenciales de viviendas (35%) dicen que abandonarían un trato si se descubriera asbesto, sin embargo, el 91% de los propietarios informan que nunca han analizado su hogar en busca de asbesto. El ochenta y dos por ciento de los adultos estadounidenses creen que las pruebas deberían ser legalmente requeridas antes de cualquier venta o renovación.

A medida que los desastres naturales como incendios forestales, vientos e inundaciones perturban las viviendas envejecidas, y como la actividad de renovación en hogares más antiguos aumenta en todo el país, la preocupación por el asbesto está creciendo, especialmente entre las generaciones más jóvenes. El cuarenta por ciento de los miembros de la Generación X dijeron que abandonarían la compra de una casa si se descubriera asbesto y el 69 por ciento de los estadounidenses dicen que están extremadamente o muy preocupados por la exposición al asbesto en su hogar. Aún así, sin un mandato federal para realizar pruebas, millones de hogares se compran, venden y remodelan sin ningún tipo de cribado de asbesto, dejando a millones de personas potencialmente en riesgo de cáncer y otras enfermedades relacionadas con el asbesto.

La encuesta arroja luz sobre cómo las preocupaciones en torno al asbesto están influyendo en las decisiones de compra de viviendas y dónde el sistema está fallando para identificar posibles riesgos para la salud.

La desconexión en el sector inmobiliario

Cuando se les preguntó cómo responderían si se encontrara asbesto durante el proceso de compra de una vivienda, más del 70% indicó que una posible venta de vivienda estaría en riesgo:

• El 36% dijo que procedería solo si el vendedor o el contratista pagaba por la remoción
• El 35% dijo que abandonaría el trato por completo
• El 17% no estaba seguro de cómo respondería o quién debería ser responsable
• El 12% dijo que aún compraría la casa y asumiría la responsabilidad de monitorear o remover el asbesto

A pesar de estas preocupaciones, las pruebas rara vez se realizan o requieren, incluso después de eventos disruptivos o de alto riesgo:

• El 19% realizó pruebas antes de una renovación menor
• El 15% realizó pruebas antes de una renovación mayor
• Solo el 8% realizó pruebas después de que un incendio forestal, inundación o desastre natural dañara la vivienda
• El 6% realizó pruebas antes de reconstruir en una propiedad donde una casa fue destruida
• El 4% realizó pruebas antes de la demolición de parte o toda la casa

Cuando se les preguntó a los propietarios por qué no realizaron pruebas:

• El 44% dijo que no sabía que era necesario
• El 29% dijo que confiaba en un contratista o proveedor de seguros para manejarlo
• El 9% asumió que las autoridades ya habían eliminado el riesgo de asbesto

"Hemos visto un aumento en las reconstrucciones relacionadas con incendios forestales en California y en todo el Oeste, así como un aumento significativo en las renovaciones de viviendas más antiguas en todo el país", dijo Justinian C. Lane, un experto en seguridad y asuntos legales relacionados con el asbesto y fundador de AsbestosClaims.law. "Pero casi nadie realiza pruebas de asbesto en estos casos. Eso es un descuido de salud pública, no solo una casilla sin marcar."

Lo que una generación teme, otra lo ignora

La encuesta reveló claras diferencias generacionales en preocupación, conciencia y acción en torno al asbesto en el hogar:

• Los millennials (36%) y la Generación Z (35%) fueron los más preocupados por la exposición al asbesto
• Sin embargo, los miembros de la Generación X (40%) fueron los más propensos a decir que abandonarían la compra de una casa si se descubriera asbesto
• Los millennials (17%) fueron los más propensos a saber si su hogar contiene asbesto en comparación con el 13% de la Generación Z, el 8% de la Generación X y solo el 1% de los Boomers

Cuando se les preguntó dónde podría estar escondido el asbesto, las respuestas más comunes fueron:

• Aislamiento (30%)
• Techo de "palomitas de maíz" texturizado (19%)
• Materiales de techado o tejas (19%)

Otros materiales de alto riesgo, como el aislamiento de tuberías, los azulejos del suelo y los adhesivos, rara vez se mencionaron, lo que subraya una falta generalizada de conciencia sobre el asbesto en todos los grupos de edad.

Un área gris legal

Aunque la EPA ha prohibido varios productos específicos que contienen asbesto, todavía no hay un requisito federal para realizar pruebas en los hogares durante las transacciones inmobiliarias o renovaciones. Eso significa que las decisiones a menudo quedan en manos de vendedores individuales, compradores o contratistas, muchos de los cuales pueden no estar al tanto de los riesgos legales y para la salud.

"Si hay pintura con plomo, los vendedores están obligados a revelarlo. Pero con el asbesto, no hay tales requisitos de divulgación", dijo Lane. "Un informe de los CDC de 2020 encontró un aumento preocupante en los casos de mesotelioma relacionado con el asbesto entre amas de casa, por lo que los datos muestran que hay un problema. Necesitamos que las industrias inmobiliaria, de construcción y de inspección ayuden a cerrar esta brecha. En este momento, la mayoría de las personas ni siquiera saben qué preguntas hacer."

Acerca de la Encuesta de Seguridad en el Hogar y Asbesto
Esta encuesta en línea de 1,046 adultos estadounidenses de 18 años o más se realizó del 27 al 29 de junio de 2025 por la firma de investigación de mercado Researchscape en nombre de Asbestos Claims.Law. El intervalo de credibilidad para las preguntas respondidas por todos los encuestados es de más o menos 3 puntos porcentuales.

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